sábado, 24 de diciembre de 2011

Bipolaridad


Todos los años las mismas posturas y la verdad es que me empiezo a rayar.

 Por una parte tenemos a los anestesiados por el espíritu... llamémoslo 'elcorteinglés', que es empezar a ver las luces iluminar Maisonave y entrar en un estado de locura compradora y paz interior al ponerse tiernas cuando ven a una persona que vive en la calle, o cualquier cosa por el estilo, y chica, están tan llenos por dentro (será de escuchar la música del tren de Cortilandia) ¡que hasta les tiran 50cents! ¡Así, a lo loco! Esta gente desde luego que tiene la Navidad metida en las venas.

 Por otro lado tenemos a los 'trolls' navideños: esas personas que es empezar a ver turrón en el Mercadona y se ponen en modo 'nomefelicitesnielfindesemanaquetehincho'. Esas personas que se inmolarían delante de cualquier Papá Noel recoge-cartas del Carrefour con tal de eliminar la Navidad del mundo (uy! eso no lo hacía el Grinch...? vale, pues a partir de ahora los llamaremos 'Grinchs'). Yo era una de estas. Quizá no tenía una posición tan extrema, pero yo estaba en este bando. Hasta hace poco.

 Una de tantas alegres mañanas, o tardes... o noches... bueno, dejémoslo en un feliz día en general. El caso es que hay momentos en los que tienes que replantearte tus posturas respecto a cualquier cosa. Siempre hay que tener una continua crítica de tu persona. Y mi pregunta era (y es): ¿por qué hay extremos en estas fechas?.

 Bajo mi punto de vista, la Navidad no es más que una época del año en la que estás de vacaciones (unas personas tienen más, otras menos), que hay más luces en la calle que en la feria de Abril, que la gente compra desmesuradamente cosas muchas veces estúpidas, inútiles e innecesarias, que la familia, ya sea más o menos pequeña, se reúne para pasar unas cuántas noches juntas,etc. (bff, que me canso de escribir).
El año pasado (click aquí si queréis leerlo) critiqué muchísimo o más la postura de las personas "anestesiadas", como las he llamado antes, pero este año me dispongo señoras mías, a criticar (aunque yo no lo llamaría así) la postura del Grinch.

 Está claro, y acepto y comparto las ideas de que en Navidad hay mucha gilipollez y tontería mezclada en una bola de, en muchas ocasiones, falsa felicidad y fraternidad hacia todo el mundo, sin dejar de lado todo el tema del consumismo desproporcionado, por supuesto (la crisis la deberían medir en estas fechas...sí...). Pero llegados a este punto yo me pregunto: ¿qué hay de malo en eso?. Lo del consumismo lo voy a dejar totalmente de lado para responder a esta pregunta. Simplemente decir que me parece un tumor de la época que se debería extirpar cuanto antes mejor, pero ya está. Yo hablo de ese sentimiento de felicidad; de querer a todo el mundo, aunque lleves un año entero sin ver a una persona, sin esforzarte mucho por hablar con ella, sin mandarle un "hola que tal, yo bien y tu, yo bien jaja" por el whatsapp. A eso lo llamáis falsedad o hipocresía, al igual que al hecho de saludar y hablar con una persona de tu familia que no te cae especialmente bien, pero que aún así saludas, e incluso hablas con ella. Pues bien, yo a eso lo llamo estar de buen rollo. Porque no hay ninguna necesidad de estar con cara de amargados (e incluso sentirse así) por el hecho de estar cerca de una persona con la que tienes una relación de esas características. Porque lo que hace falta en el mundo son más sonrisas. Y si es necesario que haya una época del año, aunque sólo sea una, o aunque sólo fuera un día incuso, para que se vea a la gente sonreir y repartir un poquito de amor, me parece genial. Porque prefiero infinitas veces tener 24horas en las que haya felicidad y amor en el mundo, a que éste siga como siempre, lleno de odio, amargadas y caras rancias de gente que lo único que le importan son las cosas más absurdas del mundo; gente que le alegra más encontrarse una moneda en el suelo que ver a su amiga sonreir, por el motivo que sea.

 En el mundo hace falta mucho amor, y en la situación en la que estamos prefiero una sola hora de amor, solidaridad y compartir, a que "todo siga como siempre que yo regalo cuando quiero y no me hace falta que me hagan sentir feliz en estas fechas, porque yo ya soy feliz todo el año". Porque para mucha(muchíiiiisima)gente eso es mentira. Porque hace falta que venga un payaso vestido de bote de coca-cola para recordaros que las sonrisas no hacen nigún daño. Pero oye, si con eso se consigue que el mundo sea un pelín más feliz, aunque sólo sea por culpa de la publicidad, que vengan no uno ni dos, sino millones más de lo que sea, que bienvenido será.

 Mi deseo para el año que viene: que el llamado 'espíritu de la navidad' se quede crónicamente en la gente, que aunque sea una enfermedad dificil de pasar, estoy segura de que al final os acostumbraréis a vivir con él.

Felices vidas, felices sueños, y felices noches que tengáis.
Mucho Amor.

lunes, 8 de agosto de 2011

Caos en Londres




http://www.blogger.com/img/blank.gif -Fotos de las revueltas en Londres- ^ < Click aquí para ver fotos de las revueltas.

Reacciones justificadas? Puede...pero no de esa manera. Todo esto empezó (y hablo siempre de Tottenham) debido a los recortes en servicios sociales en un barrio como este, con unas condiciones bastante lamentables, para destinarlos a la construcción de las infraestructuras para las Olimpiadas del próximo año.

LLegando a la conclusión de que son unos cabrones hijos de puta (autoridades londinenses) y que la verdad, no me parece mal que les jodan como sea ("Este es el legado", dicen algunos manifestantes), pero que jodan al ámbito público, no que se carguen todo el barrio y estén haciendo lo que están haciendo: joder (y mucho) a los suyos.

[Os invito a que veáis las fotos en el link que he puesto debajo de la foto para ver la situación de manera gráfica.]

sábado, 12 de febrero de 2011

Egipto: Lucha de Gigantes

Ayer por la tarde llegaba a su fin uno de los momentos históricos más importantes de nuestra era. Hace cosa de tres semanas, el pueblo egipcio se levantó contra el régimen dictatorial de Hosni Mubarak, que durante 30 largos años ha estado ahogándoles con sus medidas inhumanas y fascistas. Han sido tres semanas duras en las que, aunque actuando pacíficamente los protestantes, se han desarrollado una serie de sucesos que han costado la vida a algunos centenares de personas. Alrededor de unas 300 personas han perdido la vida a manos de un grupo de seguidores del ya exdictador, que se enfrentaron a la masa anónima, mostrando así su apoyo al régimen y también, por que no mencionarlo, de las medidas extremas para erradicar todo aquello con lo que los nenes no están de acuerdo.

Siento orgullo y emoción al pensar en lo que acaba de pasar. Es un ideal de libertad por el que se ha luchado y que, afortunadamente, se ha conseguido. Porque ese espíritu revolucionario equivalente al de la revolución francesa, ha resurgido. Ya no hablamos de ideas platónicas, hablamos de hechos demostrables y totalmente factibles. Esta revolución no nos enseña solo que luchar por lo que se quiere merece la pena, también nos ha dado una lección de cómo se hacen las cosas. Han sido tres semanas de lucha TOTALMENTE PACÍFICA por parte de los manifestantes, que en ningún momento han intentado agredir a ningún ser vivo, ni siquiera cuando los simpatizantes de Mubarak se enfrentaban a los ciudadanos levantados con armas de fuego y demás. El pueblo egipcio ha dado una lección al mundo entero de cómo se hacen las cosas y nos ha enseñado que el verbo soñar solo es el inicio de algo.

Me entristece la poca importancia que se le ha dado a todo esto. Solo recuerdo el primer o los primeros días de revueltas en los que los telediarios daban algunos minutos al tema pero con el tiempo, ha ido descendiendo el interés que los periodistas mostraban por este, cuando tendría que haber sido todo lo contrario. Puede que me este dejando llevar por lo indecente y poco profesional que me ha parecido que durante la tarde en la que se hacía historia, las cadenas de televisión continuaran emitiendo toda la telemierda y basuravisión habitual, sin ni siquiera dar paso a un misero avance informativo que contase lo sucedido, que resumiera el hecho de que mientras el mundo estaba tirado en el sofá intentando chuparse el codo, Egipto ha conseguido acabar con treinta años de dictadura mediante la palabra y las ganas que parece ser, solo tienen los que sufren.

Se acaba de hacer historia. Se acaba de escribir una nueva página en el libro del mundo, y haberlo vivido no tiene precio. Haber visto a esos cientos de miles de personas gritando, cantando, llorando de alegría tras el anuncio de la dimisión del Presidente en una Tahir Square que horas antes estaba repleta de gente pidiendo lo que todo el mundo quiere: libertad. La diferencia entonces era que ya no la reclamaban, ya la habían conseguido.


Y no se me ocurre mejor momento que este para escuchar esta canción del gran Tracy Chapman: Talking about a revolution