lunes, 27 de julio de 2009

The Cabriolets en concierto.

Serían alrededor de las 9 y media de la noche cuando Diego Postigo y David Unison aparecen en el escenario, se colocan con sus respectivos instrumentos y abren el concierto. Detrás del escenario espera para entrar una espectacular Bimba Bosé. Tras unos segundos de espera entra y con ella, los músicos que faltaban.
El concierto empieza.
Una puesta en escena envidiable; cualquiera diría que es la primera "gira" que hacen. Bimba, con una imagen totalmente suya, tanto vocal como escenográficamente espectacular. Se desenvuelve en el escenario como si siempre hubiera estado encima de uno (algo que en parte, se puede decir que ha hecho).
Conforme canta la primera canción voy augurando un concierto cada vez mejor, esto teniendo encuentra que ya traía una expectativa bastante alta de casa.
Las canciones van sonando y cada una suena mejor que la anterior. Cuando suena la conocida Poco a poco el ánimo de la gente sube aún más. El concierto va pasando y todo va en aumento: los ánimos, la gente en la plaza, las canciones. Lo único que va de mas a menos es la vestimenta de la cantante. El concierto va "subiendo de tono" conforme Bimba va deshaciéndose de su ropa y dejando ver una segunda piel que la gente al principio pensaba que era propia, a lo que hay que añadir que a la salida doy fe de que quedaban cabezas pensantes que todavía dudaban si aquella anatomía sin ombligo era la de la cantante.
Durante los aprox. 40 min. que duró el concierto, The Cabriolets sacaron a pasear temas como Holding, Hysterical, Cadáver exquisito, un estupendo The law of withdrawal, un provocativo Quiero satisfacción... un repertorio que bien se merece un concierto propio, el cual espero que no tarde mucho.
Se echaron de menos canciones como Taxi o Ríndete y en falta unos 20 min. más para el grupo.
A mitad del concierto de Miguel Bosé, no podía faltar ella, Bimba, cantando junto a Miguel Como un lobo, una canción a la que, con la aparición de la cantante, le han dado el aire fresco y alegre que la canción necesitaba. Una coreografía que nos recordaba a antiguas apariciones, pero que lo que provocaba era una subida de nivel de la actuación. Tras la aparición estelar, y al final del concierto, tras sacar Miguel Bosé a The Cabriolets para que la gente los despidiera como se merecen, pasan a cantar juntos, Miguel y The Cabriolets, una antigua canción del cantante:"Shoot me in the back", una canción con un sonido que, aunque no muy cambiado del original, quedaba fenomenal con la voz de Bimba; bien podría aparecer en el repertorio del grupo. De hecho, se lo aconsejo. Una actuación que cerraba de manera espectacular el gran concierto que se había ido sucediendo durante la noche.